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Todo lo que necesitas saber sobre los residuos plásticos y cómo reducirlos

Los plásticos que utilizamos cada día son perjudiciales para el medio ambiente. ¿Por qué el plástico es tan popular y qué podemos hacer para cambiar la forma en que lo utilizamos en nuestra vida cotidiana?

Somos adictos al plástico. El mundo produce 300 millones de toneladas de residuos plásticos cada año, y todo apunta a que se continuará produciendo plástico; de hecho, la producción de plástico está aumentando. Y lo que es peor: una buena parte de este plástico va a parar a entornos naturales. Cada año, alrededor de 8 millones de toneladas de plástico se vierten al mar. Asimismo, se calcula que aproximadamente el 90 % de aves marinas de todo el mundo ingiere residuos plásticos.

Además, prácticamente la totalidad del plástico se produce a partir de productos químicos derivados del petróleo, el gas natural y el carbón, los cuales contribuyen al cambio climático. De hecho, si las tendencias actuales continúan en 2050, la industria del plástico podría representar el 20 % del consumo total de petróleo en el mundo.

A pesar de conocer sus efectos negativos, ¿por qué es tan difícil invertir esta tendencia? Existe una razón por la que el plástico se ha vuelto omnipresente en los tiempos que corren y por la que es un hábito que será difícil, y en algunos casos imposible, eliminar. ¿Qué alimenta nuestra pasión por el plástico y qué podemos hacer para mitigar sus efectos?

Las ventajas del plástico

A pesar de su mala reputación, el plástico ha permitido salvar y mejorar vidas en algunas áreas del mundo moderno.

El plástico ha revolucionado el ámbito de la medicina y las ciencias. Alrededor del 25 % de los residuos que generan los hospitales son plásticos, puesto que los equipos de plástico desechables de un solo uso reducen el riesgo de contaminación cruzada, e incluso se pueden revestir con materiales resistentes a las bacterias para brindar una protección adicional. Asimismo, en el ámbito científico, las propiedades del plástico —un material barato, ligero, transparente y duradero— lo convierten en un producto inestimable para equipos, el cual se utiliza en grandes cantidades y en entornos estériles.

Los plásticos también han cambiado la industria alimentaria. El envoltorio de plástico estéril nos ha permitido almacenar alimentos durante más tiempo y de forma más segura, para garantizar la disponibilidad de los alimentos frescos en todo el mundo. Esto, a su vez, reduce el desperdicio de alimentos: solo en la UE, se descartan aproximadamente 88 millones de toneladas de alimentos; sin embargo, con tan solo 1,5 g de film plástico puede retrasar la caducidad de un pepino entre 3 y 14 días.

Por lo tanto, el plástico ha sido un elemento clave que ha contribuido a que el mundo sea más saludable y esté mejor alimentado, así como a su evolución gracias a los descubrimientos científicos. Sin embargo, evidentemente, esto no significa que debamos pasar por alto los efectos devastadores de la producción de plástico y los residuos plásticos. La identificación de los ámbitos en los que los plásticos resultan necesarios y ser precavidos con los tipos de plásticos que utilizamos y el uso que les damos cuando han cumplido su propósito podrían ser un buen principio.

La amenaza del plástico de un solo uso

El plástico de un solo uso es el más preocupante. Aunque cueste creerlo, la mitad de todo el plástico producido está diseñado para utilizarse una única vez y después desecharse.

“Aunque el plástico es de vital importancia en los sectores sanitario, científico y alimenticio, la mayoría de los plásticos de un solo uso son plásticos de uso práctico y se pueden sustituir fácilmente por alternativas reutilizables”, afirma Anja-Lea Fischer, Head of Operational Sustainability en Zurich Insurance Group. “Desde bolsas de la compra y botellas de agua hasta pajitas y tazas de café, los volúmenes de residuos que genera el plástico de un solo uso son considerables y erradicar este uso del plástico debe ser nuestra máxima prioridad”.

La presión comercial y gubernamental ya está cosechando sus frutos. Numerosos países de todo el mundo, desde Corea del Sur hasta Kenia, han prohibido las bolsas de plástico de un solo uso y se están aplicando normas más estrictas, como es el caso de los planes del Reino Unido de prohibir los cubiertos de un solo uso. Las empresas también están contribuyendo a la causa: McDonald's y Coca Cola, dos gigantes comerciales, se han comprometido a utilizar envases de alimentos y bebidas 100 % reciclados.

Cómo se puede reutilizar o dar otro uso al plástico

La alternativa a eliminar el plástico de un solo uso es reutilizarlo y darle otra utilidad. El concepto de economía circular se remonta a la década de 1970 y se suele resumir en el siguiente mantra: “reducir, reutilizar, reciclar”. El objetivo de la economía circular es diseñar otros bienes a partir de los residuos. En el caso del plástico, esto significa reducir la cantidad que producimos, dar otro uso al plástico que ya tenemos y reciclar los productos con la mayor frecuencia posible para aprovechar al máximo su vida útil.

A la hora de reutilizar y reciclar plástico, no todos los plásticos son iguales. El tereftalato de polietileno, o PET, es uno de los plásticos cuyo reciclaje resulta más sencillo y el que más se recicla. Gracias a sus propiedades —transparencia, rigidez y no toxicidad—, es uno de los materiales plásticos más utilizados en el mundo e ideal para su uso en productos sanitarios e higiénicos, como contenedores de alimentos y equipos médicos. En la industria textil, el PET también se utiliza en gran medida como fibra para prendas de vestir bajo el nombre de “poliéster”.

Otros de los plásticos que más se reciclan son el polietileno de alta densidad (PEAD), que se utiliza en general en cartones de leche y frascos de champú, y el polipropileno (PP) que se suele utilizar en los tarros de margarina y las bandejas de comida preparada debido a su elevado punto de fusión.

Por su parte, el cloruro de polivinilo, o PVC, aunque es uno de los plásticos más fáciles de fabricar, es uno de los que más cuesta reciclar. Las diferentes formas de PVC contienen diferentes aditivos que la tecnología de reciclaje actual no puede separar eficazmente del plástico original. Otros plásticos difíciles de reciclar incluyen el polietileno de baja densidad (PEBD), que se utiliza comúnmente para fabricar bolsas de alimentos, y el poliestireno (PS) que se utiliza con frecuencia para producir cubiertos de plástico.

Tenemos que depender menos de estos plásticos más difíciles de reutilizar y reciclar, al tiempo que utilizamos de forma más eficiente los plásticos fáciles de reciclar en industrias esenciales.

No obstante, como advierte Fischer, “solo porque un plástico pueda reciclarse fácilmente en un principio, no significa que se vaya a reciclar”. De hecho, únicamente se ha reciclado el 9 % de todos los residuos plásticos producidos, un 12 % se ha incinerado y el 79 % restante se ha vertido en vertederos o en entornos naturales. “Debemos centrarnos en eliminar los plásticos de un solo uso de nuestras vidas”.

Si deseas ayudar a impulsar esta tendencia, ¿qué otras medidas crees que puedes adoptar para reducir los plásticos de un solo uso y sus residuos?

1. Recurre a alternativas al plástico
Las alternativas reutilizables a los plásticos comunes de un solo uso están revelándose como un gran negocio: desde pajitas metálicas reutilizables hasta envoltorios de cera de abeja para conservar alimentos. Estos productos solo son eficaces si se reutilizan. Sin embargo, cuando sí los utilizamos como corresponde, pueden ayudarnos a eliminar la necesidad de recurrir a plásticos de un solo uso.

“Los plásticos de un solo uso están por todas partes y, por desgracia, suelen ser difíciles de evitar”, apunta Anja-Lea Fischer. “Sin embargo, en mi vida personal, he descubierto que algunos pequeños cambios pueden ayudar a minimizar su uso y, en ocasiones, con beneficios para la salud. Al no comprar comida para llevar, cocinamos en casa y mi botella de agua reutilizable me recuerda que debo beber más agua cada día”.

2. Infórmate sobre el reciclaje
Todos necesitamos mejorar la forma en que reciclamos, aunque es más fácil decirlo que hacerlo. Las oportunidades para reciclar el plástico varían tanto a nivel mundial como local, ya que los centros de residuos y reciclaje presentan diferentes capacidades y reglas para los distintos tipos de plástico. Lo que se puede reciclar en una región puede ir a parar al vertedero en otra. Esto significa que todos necesitamos verificar qué materiales se pueden reciclar en nuestra localidad. Aplicaciones como RecycleCoach en EE. UU. pueden ayudarte a identificar los centros de reciclaje locales y brindarte consejos sobre cómo preparar los residuos para su reciclaje.

Saber qué se puede reciclar y cómo es esencial para mejorar la industria del reciclaje.

3. Compra productos de proximidad
Cuanto menor sea la distancia que deben recorrer los productos frescos, menor cantidad de embalaje será necesaria para preservarlos. Acudir a algún mercado de proximidad o comprar directamente a productores locales puede suponer evitar envases de un solo uso que resultan difíciles de reciclar. Llevar contigo una bolsa de la compra reutilizable también ayuda.

4. Apoya a las nuevas tecnologías
Las nuevas alternativas al plástico podrían ayudarnos a reducir nuestras necesidades de plástico únicamente a los usos más esenciales. Un ejemplo de estos plásticos es el ácido poliláctico, o PLA. Se utiliza como alternativa al PET en botellas y vasos de plástico, pero está compuesto de azúcares vegetales y no contiene ni una gota de petróleo. Además, es biodegradable, sin embargo presenta una salvedad: para que se pueda descomponer por completo se deben reunir una serie de condiciones específicas, las cuales se dan en los centros de compostaje comerciales.

Aunque puede que no sean perfectas, innovaciones como el PLA nos acercan a reducir nuestra dependencia de los plásticos tradicionales, por lo que debemos estar atentos por si nos encontramos con alguna de estas alternativas al ir de compras.

5. Limpia los residuos
Uno de los principales retos del reciclaje es la contaminación. 500.000 toneladas de residuos se rechazan cada año en el Reino Unido por estar contaminados. Se puede mandar al vertedero un camión cargado con desechos potencialmente reciclables por la presencia de plástico sin lavar o de suciedad en pañales.

Es fundamental que los contenedores de reciclaje únicamente se utilicen para materiales verdaderamente reciclables y que, antes de colocar los residuos en los contenedores de reciclaje, se limpien por completo.

Aunque puede que el plástico vaya a seguir presente en algunos sectores, y con razón, desde en nuestras actividades diarias hasta en los artículos que apoyamos cuando compramos, todos podemos ayudar a mejorar la forma en que utilizamos y reutilizamos los plásticos para el futuro.

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