Todos podemos dejar de desperdiciar alimentos y salvar al planeta
SustainabilityArticle10 de noviembre de 2021
Podríamos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, ahorrar dinero y llevar una alimentación más saludable si dejásemos de desperdiciar comida.
Cada vez que tiramos nuestras sobras, contribuimos a empeorar el cambio climático. Del mismo modo, cada vez que guardamos nuestras sobras para comérnoslas más adelante, estamos ayudando a salvar el planeta. Si todos dejáramos de malgastar comida, algo perfectamente viable, las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían cerca de un 10 %.
Una de las principales causas del cambio climático es el sistema mundial de alimentación, que, según los expertos, es responsable de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas emisiones no incluyen únicamente el dióxido de carbono (CO2), sino que nuestro sistema de producción de alimentos también genera una enorme cantidad de metano, un gas 28 veces más poderoso que el CO2 a la hora de aumentar la temperatura del planeta. El metano también se genera cuando la comida desperdiciada acaba pudriéndose en los vertederos.
Se calcula que un tercio de toda la comida que se produce en el mundo acaba en la basura incluso sin haber pasado por la mesa, según Naciones Unidas. Eso genera metano. Por esta razón, así como por la cantidad de energía que se emplea en la producción de alimentos y los productos químicos que usamos para fertilizar, debemos tener como prioridad la reducción del desperdicio de alimentos. Además, es una de las maneras más fáciles con las que todos podemos contribuir a salvar el planeta para las generaciones futuras y cuidar de nuestra comunidad.
Si dejamos de desperdiciar alimentos, podremos afectar de un modo significativo al cambio climático y ayudar a solucionar las desigualdades en el acceso a alimentos. Es parte de la lucha para mitigar el cambio climático. Todos tenemos que desempeñar nuestro papel y podemos tomar ciertas medidas que no dependen de los demás.
Empezar a dejar de desperdiciar alimentos puede ser una tarea muy sencilla. Hay varios modos de hacerlo. Puedes empezar haciendo una planificación, anotando lo que vas a comer y cuándo lo harás. Esto te ayudará a tener una dieta más variada y así te asegurarás de utilizar los ingredientes que necesites. También te dará la oportunidad de planear cómo usar las sobras. Por ejemplo, si tras cocinar un plato te sobra algo de col y repollo, puedes hacer una ensalada con esas sobras.
Planificar qué vamos a comer con una semana de antelación es una de las maneras más eficaces de reducir el desperdicio de alimentos. Además, así podremos cambiar nuestro modo de hacer la compra y dejar de comprar más de la cuenta, con lo que ahorraremos dinero. Si anotamos todo lo que compramos, podremos dejar de comprar cosas que no necesitamos.
Si quieres ponerte a ello, puedes empezar haciendo fotografías de todo lo que tienes en la despensa y en la nevera. Gracias a esta recomendación del Food Waste Action Challenge de WRAP, mientras estés haciendo la compra podrás comprobar con comodidad si ya tienes algún ingrediente en casa.
Otra forma de reducir el desperdicio de alimentos es hacer caso omiso de la etiqueta de “Consumir preferentemente antes de”. A la hora de comprar comida fresca, solo debería importarnos la fecha de caducidad. Así ganarás creatividad a la hora de cocinar.
Aprovechar más los alimentos que compras es otro modo de dejar de malgastar. ¿Sabías que las hojas de la coliflor se comen? Aprender más sobre todo lo que comemos y sobre cómo prepararlo nos puede ayudar a que todo el proceso sea más sencillo y a disfrutarlo más.
Almacenar mejor nuestra comida es otra manera sencilla de reducir la cantidad de desperdicios de alimentos. Usar los envases correctos para almacenar comida en la nevera puede hacer que algunos alimentos duren mucho más. Congelar la comida también hace que caduque más tarde. Si puedes planificar todo lo que vas a comer, puedes incluso cocinar en grandes cantidades y congelar distintas raciones para ahorrar tiempo durante la semana.
Estos son solo algunos consejos sobre cómo podemos empezar a reducir la cantidad de desperdicios que producimos. Si todos empezamos a cambiar nuestra relación con la comida al mismo tiempo, podremos impulsar un gran cambio que reduciría de manera importante la cantidad de gases de efecto invernadero, lo que podría detener el crecimiento del calentamiento global y limitar el cambio climático.
Los pequeños cambios en nuestra vida diaria son un buen comienzo para crear cambios importantes. Imagínate el impacto que puede tener algo tan simple como tirar menos comida a la basura.